Etapa 24: de Caldas de Reis a A Picaraña
Lunes 1 de Abril del 2019
Hola de nuevo,
Si me preguntan, no sé qué fue lo que ganó hoy: los bosques, las flores o la comida. Estuvo difícil la competencia. Cada uno de ellos se esmeró al máximo. Voy por partes.
Salí temprano, pasadas las 8, de Caldas de Reis por caminos de bosque. Predominaron los robles, que a mí me gustan mucho. También vi castaños y pinos. Pero en un momento, caminé por un área de árboles de ¡helechos!. Yo no sabía que los helechos también tienen árboles. A lo mejor se llaman de otra manera, así que corté una hoja y la pongo de muestra para que alguien me corrija. Pero por varios metros fue el único árbol que vi. Estuvo padrísimo.
El camino hoy alternó entre bosques y pueblos. Y en los pueblos llaman la atención las flores, en especial las azalias. Es de no creerse. Parecen bugambilias, pero no, son azalias. Increíbles.
Paré a las 10 en un bar de Valga, y a falta de tortilla de patatas, me prepararon una tortilla francesa con chorizo, acompañada de café. Y para las 12 estaba entrando a Padrón, por lo que me refiné un bocadillo de lomo y una cañita. Después me metí a un supermercado y me compré una bolsa de mandarinas.
Para hoy, la etapa requería sólo 18 kms. Pero a la una de la tarde estaba en el centro de Padrón y la hora de entrada a los albergues es a las 4. Así que decidí caminar otros 9 y acercarme más a Santiago. Así, que estoy en un pueblo minúsculo a las afueras de Santiago, a tan solo 16kms, que llama A Picaraña. Espero que el nombre no sea premonitorio.
Entonces mañana se cumple la primera meta parcial, para de ahí cerrar con las últimas etapas a Finisterre. Haciendo cuentas, faltan únicamente 104 kms del total de 732.
Vamos bien, contentos y con el espíritu alto.
Abrazo
Hola de nuevo,
Si me preguntan, no sé qué fue lo que ganó hoy: los bosques, las flores o la comida. Estuvo difícil la competencia. Cada uno de ellos se esmeró al máximo. Voy por partes.
Salí temprano, pasadas las 8, de Caldas de Reis por caminos de bosque. Predominaron los robles, que a mí me gustan mucho. También vi castaños y pinos. Pero en un momento, caminé por un área de árboles de ¡helechos!. Yo no sabía que los helechos también tienen árboles. A lo mejor se llaman de otra manera, así que corté una hoja y la pongo de muestra para que alguien me corrija. Pero por varios metros fue el único árbol que vi. Estuvo padrísimo.
El camino hoy alternó entre bosques y pueblos. Y en los pueblos llaman la atención las flores, en especial las azalias. Es de no creerse. Parecen bugambilias, pero no, son azalias. Increíbles.
Paré a las 10 en un bar de Valga, y a falta de tortilla de patatas, me prepararon una tortilla francesa con chorizo, acompañada de café. Y para las 12 estaba entrando a Padrón, por lo que me refiné un bocadillo de lomo y una cañita. Después me metí a un supermercado y me compré una bolsa de mandarinas.
Para hoy, la etapa requería sólo 18 kms. Pero a la una de la tarde estaba en el centro de Padrón y la hora de entrada a los albergues es a las 4. Así que decidí caminar otros 9 y acercarme más a Santiago. Así, que estoy en un pueblo minúsculo a las afueras de Santiago, a tan solo 16kms, que llama A Picaraña. Espero que el nombre no sea premonitorio.
Entonces mañana se cumple la primera meta parcial, para de ahí cerrar con las últimas etapas a Finisterre. Haciendo cuentas, faltan únicamente 104 kms del total de 732.
Vamos bien, contentos y con el espíritu alto.
Abrazo
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