Etapa 8: de Alvaiázere a Rabaçal
Viernes 15 de Marzo del 2019
Hola a todos,
El día de hoy fue grande en todo aspecto. Empezando otra vez por la distancia: 32kms. De nuevo, el único albergue privado abierto definió la distancia. No había alternativa. La caminada fue un poco más llevadera dado que la mayor parte del día fue de descenso, a diferencia de ayer. Pero lo mejor fue que casi todo el día se hizo en el campo. No tienen idea lo padre que estuvo. Primero un bosque de corchos; después de eucaliptos; un tramo de pinos; otro de robles silvestres; pero lo que predominó fue olivos. Por todas partes. Parece que toda casa que se respete necesita su jardín y sus olivos. Padrísimo.
Lo que también hace el camino increíble es la cantidad de flores que tiene. Todas las fotos de flores que les mando hoy son de lugares que nadie cuida: banquetas, campo o lotes baldíos. Para que se den una idea de lo colorido.
Salimos temprano los lituanos, el gringo y yo (va creciendo el grupo), paramos en Ansião para café y bocadillo, después larga caminata hasta Alvorge, en dónde me refiné un pepito que estaba de miedo, para llegar finalmente sobre las 4 a Rabaçal para lavar ropa y curarme las ampollas.
Por cierto, hoy me encontré a los primeros portugueses... haciendo el camino de Fátima, en sentido contrario. Les digo...
Sigo vivo y contento.
Abrazo
Hola a todos,
El día de hoy fue grande en todo aspecto. Empezando otra vez por la distancia: 32kms. De nuevo, el único albergue privado abierto definió la distancia. No había alternativa. La caminada fue un poco más llevadera dado que la mayor parte del día fue de descenso, a diferencia de ayer. Pero lo mejor fue que casi todo el día se hizo en el campo. No tienen idea lo padre que estuvo. Primero un bosque de corchos; después de eucaliptos; un tramo de pinos; otro de robles silvestres; pero lo que predominó fue olivos. Por todas partes. Parece que toda casa que se respete necesita su jardín y sus olivos. Padrísimo.
Lo que también hace el camino increíble es la cantidad de flores que tiene. Todas las fotos de flores que les mando hoy son de lugares que nadie cuida: banquetas, campo o lotes baldíos. Para que se den una idea de lo colorido.
Salimos temprano los lituanos, el gringo y yo (va creciendo el grupo), paramos en Ansião para café y bocadillo, después larga caminata hasta Alvorge, en dónde me refiné un pepito que estaba de miedo, para llegar finalmente sobre las 4 a Rabaçal para lavar ropa y curarme las ampollas.
Por cierto, hoy me encontré a los primeros portugueses... haciendo el camino de Fátima, en sentido contrario. Les digo...
Sigo vivo y contento.
Abrazo
Comments
Post a Comment