Etapa 22: de Redondela a Pontevedra

Sábado 30 de Marzo del 2019

Hola a todos,

Hoy fue prácticamente un día de campo. Nada más 20 kms. Y lo disfruté mucho. La razón estuvo en que en Redondela se unen el camino de la costa (que yo venía haciendo) con el interior, que cruza la frontera en Tui. Dado que Redondela es un punto intermedio, preferí caminar menos y dejar las 3 etapas que faltan para Santiago con las mejores posibilidades de albergue. Así que fue casi un paseo en el parque.

Para empezar, sabía que iba a llegar muy temprano a Pontevedra, por lo que salí tarde. Empecé a caminar a las 8, después de café y croissant. El camino pasó por áreas rurales y boscosas muy bonitas, en donde predominaron los robles y los eucaliptos. Insisto en que los robles están espectaculares.

Paré en Arcade para café, y a falta de tortilla me prepararon un pinchito de jamón. Buenísimo. Por cierto, el puente Sampaio sobre el río Verdugo estaba espectacular. Nunca encontré placa alguna para saber su construcción.

Unos kms antes de Pontevedra se presenta una alternativa interesante: desviarse un poco del camino para bordear un pequeño río, el Tomeza-Dos Gafos en una zona ecológica. No saben que maravilla. La disfruté mucho.

Llegué a Pontevedra temprano, cerca de las 12, y en las afueras me encontré una lavandería de autoservicio. Máquinas tragamonedas. Padrísimo: aproveché que no había nadie para encuerarme (literalmente), ponerme únicamente un short y sandalias y echar a lavar toda la ropa: pijama, calcetines, calzones, camisas, la ropa que traía.... Todo lo que llevaba. Había que aprovechar. Unos minutos después llega una señora a lavar y me tuve que poner el rompevientos. No era cuestión de dar espectáculo.

Mientras puse la secadora, noté que en el bar de al lado tenían pulpo. Bueno, me sacrifiqué: un pincho de pulpo, seguido de una empanada de pescado. Cañita para acompañarlos. Qué cosas tiene la vida.

Me gustó Pontevedra. Es una ciudad muy bonita, que combina historia con lo moderno. Su casco histórico me pareció espectacular. Me llamaron la atención unas ruinas de un monasterio dominico del Siglo XIII que debió haber sido grandioso.

Van las fotos de otro gran día. Les escribo esto desde un bar, viendo el futbol, acompañado de otra cañita y un pincho de chorizo. Es dura la vida del peregrino.

Estoy a 153 kms de Finisterre y a 65 de Santiago.

Abrazo

PS En el bar tenían vinito Sansón, y me acordé de mi padre...
























Comments

  1. Me dio mucha risa la imagen de ti encuerado lavando ropa, o en rompevientos y chanclas en un bar comiendo pulpo. Te quiero mucho!

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    1. Hola, mi consen, Sí, te creo. La necesidad hace que te valga gorro el qué dirán. ¿Y sabes qué? Después te das cuenta de que a nadie le importa. Te quiero

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